MASAJE TÁNTRICO COMO VÍA DE AUTODESCUBRIMIENTO

¿Y quién iba a decir que a través de un masaje pudiéramos obtener tanto? El contacto es maravilloso, nuestra energía es maravillosa y desde luego nosotr@s…. Somos un misterio.

Estamos constantemente absorbiendo y nutriéndonos de nuestro entorno y suele pasarnos que a menudo, nos encontramos más hacia afuera que hacia dentro de nosotr@s mism@s… Esta distracción, que nos aleja de quien realmente somos, nos trae grandes cantidades de insatisfacción, frustración, resentimiento y caos, entre otras muchas…

Sin embargo, los seres humanos contamos con el gran don de la Responsabilidad, contamos con el arte de responder habilidosamente a lo que la vida nos trae. Entonces, tenemos la gran capacidad de elegir, tomar decisiones y acciones que nos encaucen de nuevo en el camino de vuelta a casa…

Tomar decisiones para volver a casa, a nosotros mismos, a nuestra esencia, es un gran gesto de amor y autocuidado y también es la motivación más valiosa que tenemos porque si no somos nosotros, quién va a conectarnos con nuestra propia esencia?

Existen infinidad de vías y caminos que nos ayudan a llegar a nuestro hogar interno y el masaje tántrico y el contacto consciente son algunas de ellas.

Para ello, el estado de receptividad es fundamental para que podamos nutrirnos al máximo de la experiencia, vaciarnos internamente de las cargas y pesares del día a día y entregarnos al momento presente. La receptividad implica relajación, confianza, entrega… ¿Cuán receptiv@ te sientes? ¿Te es fácil entregarte o sientes dificultades al abandonarte? ¿Cómo llevas el soltar el control? ¿Sientes que puedes relajarte con facilidad?

La piel es el órgano más grande que tenemos y es profundamente sensible, aunque a veces y por circunstancias de la vida esté más rígida y no sienta todo su potencial, pero el contacto con la piel es absolutamente fundamental. Cuando nacemos y somos bebés necesitamos el contacto humano, sin él moriríamos, es cuestión de sobrevivencia!

Continuamos creciendo y explorando los límites de nuestro cuerpo y su funcionamiento, nos chupamos, nos tocamos distintas partes, exploramos nuestra sexualidad… Nos descubrimos a través del tacto! Es por ello que el contacto es vital para la construcción de nuestra identidad. ¿Quién eres? ¿Cómo eres? ¿Qué te gusta? ¿Qué te da placer? ¿Cuáles son tus preferencias?

También, es a través del contacto que nos demostramos el amor que llevamos dentro! Nos amamos a través de las caricias, los abrazos, las cosquillitas… tanto individualmente como con otras personas.   

Y es que el contacto es profundamente sanador, se impregna en todas nuestras células a nivel inconsciente, donde guardamos todas las memorias que hemos vivido a lo largo del tiempo en nuestro cuerpo. Y cuando nos tocamos con amor, damos espacio para que esas memorias puedan disolverse y recuperar así nuestro estado natural de placer y armonía.

Además, cuando nos acarician con amor, sentimos que somos amados, acogidos y validados, nuestra autoestima y autopercepción florecen.

En el masaje tántrico se despierta la energía sexual, la energía más poderosa, y se sublima para que liberemos todo nuestro potencial, soltemos lo que ya no nos sirve y para conectarnos con nuestra esencia divina. Para volver a nuestro espacio interno sagrado. Para volver a casa.

Con amor, 

Claudia Ashaya 

MASAJE TÁNTRICO COMO VÍA DE AUTODESCUBRIMIENTO
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