El sistema nervioso es uno de los sistemas más importantes y complejos del cuerpo humano. Tiene múltiples funciones, entre ellas recibir y procesar toda la información que proviene tanto del interior del cuerpo como del entorno.
Tiene una división llamada Sistema Nervioso Autónomo (SNA) que controla las funciones involuntarias del cuerpo: respiración, frecuencia cardíaca, digestión, temperatura corporal… Y opera de manera automática y sin intervención de nuestra conciencia.
El SNA se divide en dos ramas principales que generalmente actúan de manera opuesta para mantener el equilibrio en el cuerpo:
- Sistema Nervioso Simpático: Este sistema se activa en situaciones de estrés o peligro (aquí respondemos mediante la lucha o la huida). Lo que hace el cuerpo para para hacer frente a una situación desafiante es aumentar la frecuencia cardíaca, dilatar las vías respiratorias y desviar la sangre hacia los músculos.
- Sistema Nervioso Parasimpático: Este sistema está activo en situaciones de relajación y descanso, y contrarresta las acciones del sistema simpático: disminuye la frecuencia cardíaca, promueve la digestión y la asimilación de nutrientes, y conserva mucho mejor la energía.
- El estrés crónico
- La falta de descanso
- Los malos hábitos alimenticios
- Las relaciones interpersonales carentes de afectividad
- Un estilo de vida sendentario
- El consumo de sustancias tóxicas, etc.
desequilibran altamente nuestro sistema nervioso y esto puede tener un impacto a corto o a largo plazo en nuestra salud.
Cuando ambos sistemas están equilibrados (simpático y parasimpático), también se equilibra nuestro bienestar físico – emocional – mental – energético y, por tanto, esto también es fundamental para la manera en la que nos movemos en la vida. Gracias al equilibrio de nuestro sistema respondemos mejor a las situaciones estresantes, dormimos mejor, nuestra salud cardiovascular mejora, hacemos mejores digestiones, el sistema inmunológico se fortalece, sentimos equilibrio emocional y contamos con mayores niveles de energía y vitalidad.
Tanto el contacto físico como el masaje tántrico son grandes herramientas para equilibrar nuestro sistema nervioso por múltiples razones:
- Activan nuestro sistema nervioso parasimpático: especialmente cuando es suave, un contacto afectivo, calificador, amoroso. Así la frecuencia cardiaca baja, los músculos se relajan y se produce un estado de calma, confianza y bienestar.
- Liberan hormonas del placer y neurotransmisores: como la oxitocina, serotonina, endorfinas, dopamina y melatonina.
- Reducen los niveles de cortisol: también llamada “la hormona del estrés”.
- Aumentan el estado de ánimo: debido a la segregación hormonal, las sensaciones placenteras y los neurotransmisores que se liberan.
- Facilitan la liberación emocional: el masaje y el trabajo energético tienen un “efecto limpieza” interna en el cuerpo y muchas emociones que han permanecido estancadas se liberan para luego transformarse.
- Apoyan la mejora del sueño: gracias a la relajación, confianza y sensación de seguridad y bienestar.
- Reducen la percepción del dolor: gracias a la liberación de endorfinas se produce un efecto analgésico.
- Incrementan la conciencia corporal: ya que aumentan la sensibilidad y conectan a las personas con sus propias sensaciones físicas y emocionales. El contacto aumenta muchísimo la conexión con un@ mism@.
- Estimulan el flujo de energía: se despierta la energía sexual – vital – kundalini y se moviliza por toda la columna vertebral, área fundamental para el buen funcionamiento de todo el sistema.
- Mejoran la intimidad personal: facilitando el vínculo saludable y el re-aprendizaje sexual y afectivo
- Aumentan el bienestar sexual y la vitalidad del organismo: gracias al trabajo que se hace en el desbloqueo y activación de la energía vital-sexual.
Por tanto, tener conciencia de la importancia de que tu sistema nervioso esté cuidado es fundamental para te encuentres bien y content@.
- Haz ejercicio físico regularmente
- Cuida tu descanso
- Aprende a manejar el estrés
- Nutre tus relaciones y la calidad de tus vínculos
- Cuida tu higiene mental (a través de tus pensamientos, la meditación como aliada y mindfulness)
- Contacta con la naturaleza
- Realiza prácticas de relajación diarias (respira, medita, yoga, etc)
- Reduce de consumo de sustancias estimulantes (cafeína, nicotina…)
- Terapias corporales y masajes para activar el sistema parasimpático
Espero que este artículo te haya resultado interesante 😊
Con amor,
Claudia Ashaya